jueves, marzo 22, 2007

¿QUIÉN SOY YO?

Dedicado a Ramana Maharshi y Nisargadatta Maharaj

Hans Magnus Enzensberger ha diseccionado en un ensayo deslumbrante (os lo aconsejo, lo acabo de leer “El perdedor radical”, Anagrama), “las causas del actual terrorismo:
- nuestra dependencia energética
- y la fábrica de perdedores en que hemos convertido nuestras sociedades.
Preguntarse por las causas, comprender los móviles no es justificar, como nos quiere hacer creer cierto pensamiento cerril y castizo. El perdedor radical es un hombre al borde del precipicio. Su vida no vale nada, porque se siente desposeído de una superioridad innata e incuestionable por una razón que no alcanza a comprender. Es una bomba humana, imprevisible y preparada para estallar en cualquier momento. Sobre todo cuando siente herida su sensibilidad, tan extrema hacia sí mismo como nula hacia los demás. No es un caso aislado, al contrario: cada vez hay más. Los progresos de nuestras sociedades hacen crecer su número, pues cuanta menos miseria queda por repartir más amarga es la ración que queda para los perdedores, aguijoneados por el agravió comparativo...Este nuevo perdedor tiene una patria en la que acogerse, un territorio imaginario en el que la pulsión de muerte y los delirios de grandeza desembocan en "un sentimiento de omnipotencia calamitoso". Su terrorismo, a diferencia de los precedentes, no sabe de reivindicaciones negociables ni de proyectos de sociedad fuera de su ensueño fantasmagórico”. Como también dice el historiador Eric Hobsbawn “las desigualdades a que ha dado lugar la globalización descontrolada del libremercado, y que han aumentado a un ritmo exponencial, son el caldo de cultivo natural de todo tipo de inestabilidades y agravios.”
Una noticia de hoy (22-3-2007): "La perversión del terrorismo está rompiendo moldes en Irak. Un grupo insurgente hizo estallar un coche bomba con dos niños en su asiento trasero, tras haberlos utilizado como señuelo para pasar un control militar. Ocurrió el domingo en Bagdad, la capital. Además de los dos niños, tres adultos murieron en la explosión. "Los dos niños que iban en el asiento de atrás nos llevaron a bajar la guardia, y les dejamos pasar", explicó el general Michael Barbaro, vicedirector de operaciones regionales del Estado Mayor Conjunto. "Tras estacionar el coche, los adultos salieron corriendo y lo detonaron con los niños dentro". La explosión mató a los dos niños y a tres civiles. Otros siete transeúntes resultaron heridos".

Los terroristas (neocoms cristianos, islamistas radicales, los amigos de la Azores, el terrorista que hay en nosotros...) matan y algunos se autoinmolan y basta... El siglo XXI será espiritual o no será (no es pesimismo fatalista sino optimismo realista) o con otras palabras necesitamos nuevas formas de espiritualidad que nos hagan salir de la mente separadora y tocar la esencia...Todo lo demás son cuentos de chinos (y perdón por los chinos) o vanidad de vanidades.
¿Quién soy yo?.


(Fuentes: El País; “El perdedor radical” de Hans Magnus Enzensberger; la entrevista de Eric Hobsbawm, El Cultural del El Mundo; mi diario personal.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tal vez el SILENCIO sea la mejor respuesta a todo lo que comentas.
slds
yeshas